25.2.09

Agua y aceite

Ayer C. escuchaba la radio en el trabajo, cuando pasaron la publicidad de Marolio esa que consta de una canción que nombra todos los productos de la firma. Por ejemplo: arroz, paté, cacao, picadillo, yerba, azúcar, sal y lentejas... (?).
"¡Uf, qué mala que es esa publicidad, por Dios!", dije yo.

Hoy, C. escucha la radio en el trabajo y pasan la misma publicidad. Esta vez está P., una persona con la que nunca coincido para nada. Me agrada escuchar que, súper contenta, dice: "¡Ay, me encanta esta publicidad, cómo van combinando todo... me causa una gracia!".

Cada vez que se da una de esas diferencias, sonrío por dentro. Llegado el caso, si se da una coincidencia, temo.

10 comentarios:

Julia dijo...

Aceite Marolio.. Mm qué óleo! Hasta ahi llegué con publicidades radiales. Está claro que la odio, como a la canción de ".... (palabra q no entiendo, creo q dice "Canon") eres mi colchon, cuando en ti descanso... me siento mejoooor"

Anónimo dijo...

y, si. es un verdadero alivio no coincidir con alguien que le gusta ese horrendo jingle... "jingle"... qué formato que asocio con "club del clan", "los preferidos a la luna", y etcétera de colores gastados y declamaciones, jaja... salud! (y se manda un trago de vinagre del auspiciante)

Cecilia Martínez Ruppel. dijo...

ju. los publicistas que compusieron eso, en qué estaban pensando? a mí me gustaba decir en voz alta la cortina de la venganza será terrible ¿? no sé a qué venía, hablábamos de radio...

sp. qué es los preferidos a la luna? no creo que seas mucho más grande que yo, será algo del club del clan? sacáme esta intriga!

Cecilia Martínez Ruppel. dijo...

ah, sp, mucho que no pasabas por acá. una alegría!

padre Morning dijo...

Los jingles me remontan a esos momentos de pesadilla infantil en que, con la vil intención de guardarme el vuelto, iba al almacén a comprar pelotudeces. Relojes Mondia...Mondialmente famosos, la risa de hector larrea en radio rivadavia y un puñado de seres con forma semihumana sosteniendo en sus garras una lista interminable de productos, daban forma al horror que habitaba aquellas lejanas mañanas.

El payador dijo...

lo importante de este post no es si el jingle es bueno o malo sino cómo le llegan a la gente ya que estas cosas nos definen.
Esas diferencias de gustos son fundamentales.
Ej.Si salgo con una mina y me dice: "Qué bueno el jingle de Marolio", ya pierdo todo interés por esa mina.

Anónimo dijo...

Por una de esas mágicas características de las palabras, el término "jingle" atrasa... aunque mucha gente lo siga usando.
Pero creo que lo que atrasa es el formato más que otra cosa.
El gremio de "creativos" deberían revisar su foco o abordaje sobre todo producto de origen agropecuario, no?

Saludos, J
(tu amigable vecino laboral)

Deras dijo...

Está bueno tener gente con gustos opuestos para usar de parámetro... yo tengo unos cuantos, si algún día me llegan a decir que les gusta mi pelo o mi ropa, me muero!!

Saludos!

f. m. dijo...

hay algo copado en ese concretismo que va directo al cerebro: dicen lentejas y completan la falta
son geniales

Cecilia Martínez Ruppel. dijo...

padre. gracias por la poesía.

cincoporuno. jajajaja, realmente es así. igual primero me daría curiosidad y ahondaría en los motivos.

pieldeonix. sí, dejan bastante que desear... aunque no ande deseando publicidades soñadas la verdad.

Deras. sí! yo con los vestidos lo mismo! cuando ciertos tipos del diario me preguntan si con ese vestido voy a ir al club de jubilados o hacen algún chiste confirmo mi buena elección.

f. m. ohhhhhhh!