27.10.10

Sería una obviedad decir que hoy fue un día raro


Mi Robert Mapplethorpe particular vino hoy a visitarme, y a pedirme que escribiera en una hoja -a mano- un poema para un fanzine que está armando. Participan todos chicos por el momento; yo soy la única mujer y por alguna razón eso me resulta simpático. También me pidió que improvisara un dibujo debajo del poema. Salió esto:

26.10.10

Suena así :)

Paramar*

Recuerdo cuando dije que este invierno
sería menos frío que el anterior
y aquí estoy, congelandome.

No es fácil para mi hablar de esto
y manosear las mismas palabras de amor
que se entregan a cualquiera.

Para amar, para amar
debes tratar de poco entregar.
Para amar, para amar
tu identidad debes falsear.
Para amar, para amar
siendo estúpido, serás feliz.
Para amar, para amar
debes evitar soñar,
debes olvidar soñar.

Recuerdo cuando pensé que en el mundo
sólo podría hacerme feliz alguna vez
alguien como tú, nadie más que tú.

Caminando en el frío me pregunto
si no ha nacido alguna chiquilla
que no sepa amar
y quiera inventar una nueva forma para amar.

Para amar
debes tratar de poco entregar.
Para amar, para amar
tu identidad debes falsear.
Para amar, para amar
siendo estúpido serás feliz.
Para amar, para amar
debes evitar soñar.

Amor, amor...
¿donde oí esa palabra antes?
Rehice por tí mi horario y compré más calendarios
me pasé un video en tres dimensiones con un final feliz.

Traté de inyectarme mi viejo optimismo
pero ese que resultó aún era yo listo para amar.

Nunca pensé que justo este invierno
sería el más frio que he visto pasar
yo no sirvo para amar.


*Una divertida canción de Los Prisioneros.

25.10.10

Para leer una noche de insomnio (o media, o menos; se lee rápido, pero podés mirar los dibujos mucho tiempo)


Novela gráfica triste, bien triste. 
Cortita y al pie. 
Sincera y desgarradora. 
Dulce. Autobiográfica. 
Un chico, en Detroit, creciendo en el seno de una familia no muy amorosa.
Blanco y negro.
Dibujos arrolladores.
Un protagonista al que dan ganas de abrazar.
"Stitches, una infancia muda".
Es de David Small.
Bueno, es mío también ahora.
Fue un regalo de cumpleaños atrasado.
Terminé de leerlo ayer. Hoy empiezo de nuevo.

24.10.10

Seguimos buscando


Ayer estuvimos en la presentación del libro Full of Love, de Julia González. Hubo canciones de amor, globos con forma de corazones, bon o bones y amigos. Me quedó algo que dijo Julia cuando contó cómo nació el libro; dijo que nació cuando estaba durmiendo en el piso en un colchón prestado, enferma, sin amor y sin trabajo. Me acuerdo de esa época, ella escribía porque era lo único que podía hacer para trascender el momento. Escribía porque no sabía qué hacer para salir de esa. Escribía porque no sabía cómo. Creo que yo lo hago por lo mismo, para encontrar una explicación que nunca llega, pero cuya ausencia se hace más tolerable mientras escribo. Quizás encontrar la explicación haría que todo pierda la gracia. Leí tres de mis poemas favoritos del libro. Les dejo uno:

Aunque no te des cuenta
estamos conectados.
desde el momento en que los dos
nos sentimos solos al mismo tiempo.
¿Ves que estamos así?
Sin hablar nos comunicamos
desde el vacío.
Y escribirte me da la posibilidad
de hablarte sin que me retruques.
Tu coherencia mental me paraliza.
Dejame así, con la idea romántica de que
estamos conectados en dos islas distintas,
sintiendo los dos la misma cosa,
sintiendo cada uno por su parte
esta distancia que nos hace extraños.

21.10.10

Este finde


El sábado Julita presenta su libro. Estaremos ahí leyendo unos poemas suyos e invocando la calma.


Años atrás


Esta es la primera carta de amor que recibí, en 1986 creo. La guardo desde que tengo cinco años. Me gustaría estar en la cabeza y el corazón de mi Yo de cinco años para saber qué pensé cuando la recibí, qué sensibilidad me llevó a guardarla. Ahora prefiero despojarme de casi todo, creo que es parte del aprendizaje.   Ya no sé ni dónde está esta carta ahora pero la voy a buscar y si la encuentro la voy a mandar a enmarcar. Me parece un lindo objeto, una obra de arte. La voy a colgar en mi primera muestra.


20.10.10

Pinchecitos y flores


No soy buena cuidando plantas, pero mejoré mucho en el último tiempo. El bonsai sigue vivo hace ya año y medio, creció una de un gajo y el cáctus floreció esta mañana. Es hermoso. Podría mirarlo horas.

18.10.10

El amor

La primera vez que por fin dormí sola, las cosas comenzaron bien. Robert me cedió el tocadiscos y escuché a Piaf y escribí, pero pronto descubrí que no podía conciliar el sueño. Pasara lo que pasase, estábamos habituados a dormir abrazados. En torno a las tres de la madrugada, me envolví en la sábana de muselina y llamé a la puerta de Robert con suavidad. Él la abrió al instante.
-Patti -dijo-, ¿por qué has tardado tanto?

Patti Smith, "Éramos unos niños"

15.10.10

La tranquilidad después de la paliza


Yo La Tengo
14 de octubre . La Trastienda

Belleza y felicidad. La primavera empezó hace casi un mes pero las cosas florecieron anoche.

13.10.10

El instante fecundo



HopPo!!
12 de octubre de 2010 . Ciudad Konex

Hoy empecé a leer Éramos unos niños, el libro de Patti Smith sobre su relación con Robert Mapplethorpe. Llegué a las sesenta páginas, donde ella cuenta cómo se complementaban sus pañuelos hippies y su ropa gitana con el estilo estrafalario de él. También el encanto que sentían los dos por la poesía y el arte, por las imágenes religiosas y los mandalas. Más que eso no llegué aún a leer, pero debe venir la parte en que ella, en Nueva York, se convierte en la madrina del punk.
En esta otra parte del mundo, el chaparrito escurridizo que es Rubén Albarrán diría hoy, casi a las nueve de la noche, para empezar un concierto: "Que no se piense que el punk apareció en otro lado, apareció acá en el sur". Lo aseguró entre risas en su faceta de vocalista de Hoppo!, el proyecto musical que lo mantiene ocupado durante el año sabático que se tomó Café Tacvba, y las dos horas siguientes fueron la ceremonia necesaria para que su afirmación egresara. No sé si se confirmaron esas palabras sobre el género musical que copó parte de los setenta, pero adquirieron sentido porque, como opinó él mismo más tarde frente al micrófono, "hoy en día echar desmadre es la mejor forma de hacer un acto revolucionario". Y vamos, todos los que estábamos ahí nos sentimos entonces punks, pequeños revolucionarios, borrachines de fiesta y hermanos, como podríamos habernos sentido una madrugada en el CBGB.

Canciones de Víctor Jara, Violeta Parra y Mercedes Sosa ("poderosos espíritus invocados"); cuecas y sambas, sonaron tan sutiles y clásicas como renovadas. Ya se hicieron cientos de versiones de temas como Te recuerdo Amanda, Alfonsina y el mar, Samba de Valderrama o Canción con todos; pero así y todo "que se chinguen, van a tener que oír una versión más", desafió el mexicano, que confesó casi al final del show estar nervioso. Es que seguramente no es fácil, tras veinte años de carrera exitosa con una de las bandas más importantes de la llamada escena de rock latino, salir de gira a tocar covers, y tan poco originales. Pero las nuevas generaciones ya no conocen ciertos temas, y otros las conocen pero se avergüenzan de ellos. En el extraño y maravilloso mundo del snobismo, queda bien decir que se escucha a Violeta Parra, pero es un horror hippie ponerse a gritar en público algo como "todas las voces todas, todas las manos todas...". Los elegidos de Hoppo (palabra sioux que significa Vamos) trascienden eso y le dan la vuelta; los temas que interpretan se presentan con tal fusión de ritmos y sinceridad que no queda más que unirse a ellos, como cuando los Beatles cantan All you need is love...
En Hoppo! acompañan a Albarrán cinco músicos más, entre ellos el gran violinista Alejandro Flores, y la banda es miti-miti: chilena y mexicana. En el Konex, como en una reunión entre amigos, de entrada lograron un clima cálido y emotivo y Rubén arengó al público: "Salud, muchachos, ¿no toman? ¿no fuman? Rolen, rolen!". Flores del color de la mentira y el clásico de Juan Luis Guerra Ojalá que llueva café fueron las únicas de Tacvba que representarían, y Réplica del corazón lo nuevo. Algunas canciones aptas para el baile, otras para la meditación y todas para el corazón y la tierra.

La bomba de tiempo fue el grupo invitado, no como telonero, sino para subir a darle a los parches acompañando al sexteto. El punto más fuerte se dio llegando al final, cuando Hoppo! se sumergió en un mantra de unos veinte minutos que terminó en una explosión de tambores y abrazos entre los músicos. Los instrumentos básicos de una banda de rock junto a otros tradicionales y hasta citar y flauta convivieron dando un nuevo color a gemas que, de todas formas, no dejaron de ser folclóricas. 
 Como aseguró Rubén antes de convidar "tabaquitos" al público: Hoppo es "una banda que no tiene metas, pero sí tiene mota" (como le llaman en México a la marihuana). Pasaron los cantos guaraníes, los sonidos hindúes y la percusión, pasaron los bailes rituales, las ropas coloridas con flores bordadas y, en el Día de la raza, letras como la de Dale tu mano al indio, pero sin la pretensión de querer dar cátedra.

Entre el humo y la cerveza, los integrantes de Hoppo! cantaron que cinco minutos pueden ser eternos y demostraron que dos horas también; lo genuino sobrevive, como las palabras de Patti Smith que ahora voy a seguir leyendo en la cama. En este inicio de semana trunca estos tipos me inspiraron y me sacudieron el espíritu hasta que al ego lo pisó el baile. Vamos a tratar de mantener este estado, por el bien de la humanidad.

7.10.10

Antes y después



6 de octubre de 2010
Pixies - Estadio Luna Park

Entre la calidez de la emoción subjetiva y la gloria fría.


1.10.10

Mi banda chilena favorita

Es raro, pero aunque Chile queda acá nomás yo la música de Los Prisioneros la conocí vía México. Fue hace diez años, cuando mi amigo chilango, Armando, me pasó unos temas en épocas de ICQ y Loquesea.com. No me llevó mucho tiempo fanatizarme con algunas canciones. Casi sin darme cuenta, de repente algunas melodías empezaron a sonar una y otra vez en mi computadora, y de ahí al discman, y de ahí al reproductor genérico de mp3, y de ahí al iPod. Pasó la década, y la lista de temas del grupo trasandino sigue sorprendiendome cada vez que estoy escuchando a mis ruiditos amados con el shuffle y empieza a sonar de golpe "We are sudamerican rockers".
Al investigar un poco me di cuenta que Los Prisioneros era una de las bandas más importantes de la historia del rock chileno, a la altura de Los Tres por ejemplo, quizás la que más se reconoce por estos pagos. Era una banda (primero trío, después otras cosas) que compuso canciones que se volvieron himnos, y que formó parte de la oposición a gobiernos como el de Pinochet. Una banda fundamental para el rock chileno; mucho más que otras como La Ley, que copaba con facilidad las radios de acá. Pero nada de eso sabía yo entonces.
Por ese entonces, y aun hoy en día, lo que sabía era que podía poner "Estrechez de corazón" y bailarla diez veces seguidas en mi casa (en la imaginación con el pelo batido y un remerón flúo). O que podía poner "Para amar" y reírme sola de la letra que reza "...para amar, para amar, debes tratar de poco entregar; para amar tu identidad debes falsear; para amar, para amar, siendo estúpido serás feliz...". De ahí podía saltar a "Muevan las industrias", la machista "Corazones rojos", el hit "Amiga mía" o "Nunca quedas mal con nadie". A pleno con ellos, con la cursilería, la ironía, el ritmo y la gracia que le imprimían a su estilo, muy ochentoso pero también propio.

Con la banda ya separada, con casi treinta años de edad en las espaldas (yo), voy conociendo nuevas bandas y manteniendome fiel a otras. Los Prisioneros es una que siempre funciona, siempre me alegra, siempre sobrevive. Para definirlos a su modo me parece bien terminar con el alegato que realizan en uno de sus temas: "Tú sabes, un artista es un hombre sensible, que llora cuando ve caer una flor, y que se asusta con cosas como el dedo que aprieta el botón. Es increíble cómo cuando subo a un escenario me transformo, cuando veo las luces de colores y siento el calor de la gente; mi corazón palpita y soy otro, soy otro tipo. Por eso, mi mensaje de amor para todo el mundo es....: pa, pa, pa".