de repente estás bien
pero igual te agarra la melancolía
no sabés por qué
entonces te ponés a buscar excusas:
recordás algo
te preguntás quién te mandó esa carta
eliminás mails y etiquetas
te morís de ganas de escribir
un texto sensacional
que te colme como sólo puede colmarte
la satisfacción suprema que significa
Eso.
releés la dedicatoria de un libro recibido el domingo
te preguntás cómo es ese cuento
y cómo van a ser las cosas
imaginás una historia para ponerte a escribir
algo más concreto que tus últimas parejas
le das forma a la noche
sonreís.
No hay comentarios:
Publicar un comentario