12.2.08

Algún día seré Grace Kelly

Artículo que escribí el año pasado para el número cero de una revista de temática gay que jamás salió:

No aclares que oscurece. Eso podría aconsejarle a Mika algún asesor de marketing para que atraiga la mayor cantidad de público posible sin especificar si le gusta algún sexo en particular (o cualquiera de los dos, o los travestis, o los animales, o lo que sea).
No es necesario. El chico que saltó a la fama con el corte de difusión Grace Kelly viene haciendo los méritos profesionales suficientes como para transformarse en la nueva estrella del pop mundial. Sin embargo, la pregunta que reina en foros, entrevistas y medios musicales es siempre la misma: ¿Mika es gay?
Para intentar establecer un juicio se podría manipular información de lo lindo. El cantautor libanés, que llegó a Inglaterra con su familia a los 9 años escapando de la guerra, dedica su primer disco, Life in cartoon motion (editado en la Argentina por el sello Universal) a Freddie Mercury, y destaca a íconos homosexuales como Elton John, Prince y George Michael como algunos de sus referentes. Su música pegadiza suena a Scissor Sisters, Erasure y a Bee Gees (Miranda! no se queda afuera si hacemos comparaciones en el ámbito local) y resulta muy atractivo verlo en sus videos bailando y dando saltos en medio de fiestas con chaquetas o un largo tapado acebrado, tras el que suele vestir alguna remera y pantalones, siempre chupines, que le quedan pintados (especialmente los blancos). También resulta encantadora la nena que anda dando vueltas por ahí, vestida al mejor estilo Alicia en el país de las maravillas (y, dejando volar la imaginación con inocencia, lindo quedaría él de Lewis Carroll).
Una de sus mejores canciones, Billy Brown, cuenta la historia de un hombre casado que en un momento determinado de su vida descubre que es gay. “Es la historia de un amigo mío. No ha ocurrido todavía, pero yo ya he visto su vida en los próximos 20 años. Sé lo que va a ocurrir y por eso lo escribí”, declaró el muchacho al diario español El país.
Puede que sea la típica (“le pasó a un amigo mío”) o puede que no. Lo cierto es que el flaquito de rulos y ojos claros prefiere sembrar la duda y cosechar el éxito. Confesó con sus escasos 24 años que contestar a las preguntas sobre su sexualidad es “algo interesante y difícil de responder” y que tiene que proteger su vida, porque prefiere ser reconocido como autor, actor o showman que por lo que haga o deje de hacer debajo del escenario, y de las sábanas.
Lo cierto es que su hit, ese que trepó al primer puesto en los ranking’s de Inglaterra durante semanas y lo etiquetó como el artista más prometedor de 2007 según la BBC, nació cuando las compañías le pedían que escribiera algo “más hitero” y él, en respuesta y con espíritu rebelde, escupió un rotundo “no” y compuso desde el alma: “Voy a ser como Grace Kelly”.
Habrá que echarle agua para aclarar el asunto, y ver si nada tranquilo como pez o se convierte en sirena. Lo cierto es que, mientras tanto, vale la pena dejarse llevar por su música bailable y su gran y variado caudal de voz, que le da vida a éxitos como Lollipop, Love Today o Relax, Take It Easy.
Para sumergirse en su mundo de colores, flores y psicodelia (tal es la estética que predomina en sus creaciones), vale chequear su sitio web oficial,
www.mikasounds.com, o darse una vuelta por el MySpace que tiene el, al fin y al cabo, caballero.

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