Chicas y chabones que escriben sus impresiones cotidianas al tuntún y logran algunas de las mejores poesías de esta época. Noches de lectura que se parecen más a la previa de un recital under que a una añeja tertulia literaria. Novelas y relatos cortos que usan el rock, la cultura urbana, el sexo, las marcas, la mitología peronista y el habla cotidiana como contraseñas de una identidad presente. Editoriales autogestionadas, flyers, blogs, espontaneidad, mescolanza, actitud punk. Algo está pasando con la “literatura joven” (cada vez menos literaria y cada vez más joven) y va mucho más allá de círculos de vanguardia, operaciones de marketing o antologías más o menos representativas.
por Julia González y Juan Manuel Strassburger
2 comentarios:
Je. Qué bien dicho.
Se ve TAAAN así!
En apenas unas líneas, han pintado un cuadro de época. Muy bueno.
Algo así parece
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