17.7.08

Historias ajenas

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"Gregorio se había disparado un tiro en la cabeza. Lo habían encontrado agonizante sobre un charco de sangre, con su mano izquierda aferrada aún al revólver.
De poco sirvieron las ventanas clausuradas con tablones y barrotes de hierro, la puerta sin cerradura, la paciencia, el amor, los calmantes, las sesiones de electroshocks, los meses internado en sanatorios psiquiátricos, el dolor. El dolor."

Guillermo Arriaga

8 comentarios:

ANTIHéROE dijo...

bellas palabras las suyas, llegue por una amiga suya pero creo que me iré quedando por mí.
sabré coincidir con ud cuando descubre que vuelve a estar fuerte para soprtar suicidios ajenos y aplaudo la sinceridad escamoteada y autbiografica.
Salú

Anónimo dijo...

Yo no puedo leer cuando estoy deprimida o algo del estilo. No puedo leer NADA, ni terminar un cuento. Cuando estoy bien, y por sobre todo cuando estoy lejos de casa, puedo leer con una ferocidad increible. Cada loco con su tema.

Mañana Conooooooor CONOOOOOR!!!. Haceme la gamba y acercate a preguntarle: -pibito Conor, ¿no da para una tranza con la Dani de Wilde? (?)

Hasta mañana será, saluditos.

padre Morning dijo...

Ayer encontré en una librería de usados el libro "Rituales" de Cees Nooteboom -de quien que no sabía nada-.
Hojeo centenares de libros semanalmente buscando algo que me interese (generalmente sin suerte). En este caso hubo varias razones que me motivaron a llevarlo conmigo. En la primera hoja su dueña anterior escribió su nombre con una caligrafía muy linda (Patricia Suarez '99), el ultimo trazo de la letra z me encantó. Como señalador, encontré un boleto de la Greyhound lines inc. que indicaría que Patricia lo estuvo leyendo en algún micro que atravesaba rutas polvorientas de los states, esa imagen despertó mi fantasia. Finalmente, leí el primer párrafo del libro:
"El día en que se suicidó Inni Wintrop las acciones de Philips se cotizaban a 149,60. El cambio al cierre del banco de Amsterdam había sido del orden de 375 y el de la Uni{on Naviera había bajado a 141,50. El recuerdo es como un perro, que se echa donde le apetece."
La libreria ya estaba cerrando y fué Imposible no llevarlo conmigo.

Cecilia Martínez Ruppel. dijo...

fede: qué amiga? gracias por los comentarios, después voy a chusmear tu blog.

danila: dale! mañana lo encaramos! ponete colorete en las mejillas que eso a los O Connor les encanta! (?)
beso!

padre: siempre aparece otro libro de esos irresistibles cuando uno estaba por darse por vencido. ¿sería de Patricia Suárez, la escritora? ¡subastalo cuando muera!

Anónimo dijo...

Yo lo último que leí fue Charlotte Sometimes de Penelope Farmer (2 veces seguidas) y me da tristeza empezar un libro que no tenga como protagonista a Charlotte :(

Anónimo dijo...

ah, y fede te carga :p

padre Morning dijo...

Yo me imaginaba a la chica que viaja en el video "I will possess your heart" de Death cab for cutie y ahora me vino a la cabeza la imagen de una señora que escribe cuentos para niños y obras de teatro.
Estoy encendiendo un fuego con el libro de este holandés jodido!

Cecilia Martínez Ruppel. dijo...

padre: noooooo! otra oportunidad! no lo quemes!