Criaturas de rubí

Entonces, hablábamos de música y dijimos con Julita que mañana sale el disco nuevo de Bunbury en España, y ahí empezamos a recordar los viejos. Le dije que me encantaba mucho una canción pero no me acordaba de cuál de los dos discos era, pero que la había tocado en el recital de El teatro, el día ese que ella llegó a su camarín y yo me compré el disco. Ella no, ella es más fan que yo y lo había comprado el día que había salido, con tanta ansiedad, que fue a sacar la plata del cajero y se dejó la tarjeta puesta (¿para qué la quería? Ya tenía el dinero para el cd). Y así, balbuceando cosas inentendibles captó en el aire de qué tema le hablaba yo, que no puedo hacer reconocible ni el Feliz cumpleaños. Jordi dijo "ah, ustedes sí que se entienden" y pensé "y sí, la verdad que sí". Julita desapareció y empezó a sonar la canción desde la habitación y volvió con una sonrisa y empezamos a cantar a dúo mientras repetíamos que era increíble y ella le preguntaba a Jordi si era complicado de tocar en la guitarra. Y, cuando llegué a mi casa, ya tenía mail de Julita con link de Youtube de Al final. Me acordé que terminando los shows llegaba ese otro tema, también genial, aunque quizás no tanto como este del que hablábamos, que busqué apenas entré y prendí el computador para, acto seguido, ponerme a bailar en el cuarto: