22.4.09

Sobre lo que importa

Fragmento de nota de la agencia de noticias EFE, desde Madrid:

Juan L. Ortíz, un hombre que prefirió vivir "alejado del mundanal ruido", que llamaba "alacrana" a la gente de la gran ciudad, fue un poeta que trabajó en algo que él llamaba "la prueba de la soledad en el paisaje". Así lo cuenta Arturo Carrera y explica que se trataba de "enfrentar la propia escritura a las cosas que están solas, al paisaje".
"Porque si bien es importante relacionarse con las personas, con los amigos, con las cosas, y extraer de ellos y de ellas críticas, objeciones o aplausos, es más importante exponer lo que uno escribe a la resonancia que tienen las cosas en sí mismas en el paisaje", dijo.
De este modo ve Arturo Carrera el trabajo de 'Juanele', "un poeta de la soledad en el sentido mas puro y metafísico del termino, porque registra lo misterioso de la vida".


Dios se desnuda en la lluvia...

Por Juan L. Ortiz

Dios se desnuda en la lluvia
como una caricia
innumerable.
Cantan los pájaros entre la lluvia.
Las plantas bailan de alegría mojada.

La tierra
como una hembra
se disuelve en los dedos penetrantes
con una palidez de mil ojos desmayados.

Camino bajo la lluvia, todo mojado, cantando,
hacia mirajes que huyen en un rumoroso sueño.

Lluvia, lluvia!
Desnudez del dios
primaveral,
que baja danzando, danzando,
a fecundar la amada
toda abierta de espera, quebrada ya de ardor
amarillo y largo.

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