Un poema para Cris, el globo que llegó el sábado

Estaba recostado sobre el parqué
y sacando la lengua me burlaba,
era un globo violeta
que entró por mi puerta-ventana.

Yo no sé cómo llegó
aunque es sencillo razonarlo
habrá volado por el cielo
hasta caer confundido en mi patio.

¿Vendría de una fiesta,
tal vez de un cumpleaños?
Con marcador negro
él está dibujado.

Se llama Cris
lleva ese nombre tatuado
pero si es hombre o mujer
aún no logré adivinarlo.

Creo que su cuerpo
no está del todo inflado
luce un poco debilucho
quizás hambre haya pasado.

Tiene un cordón de lana verde
¡lindos colores usa!
pero algo triste esconde
¿facciones inconclusas?

¿Se habrá escapado de noche
o habrá viajado de día?
Mi gato y yo lo miramos
para ver si algo él afirma.

¿Sabrá su dueño
que en mi patio ha caído?
le avisaría sin dudar
si supiera desde donde ha venido.

Pero es difícil rastrear la zona
para ver si hubo fiestas,
quizás huyó porque no le gustaba la música
y sólo quería dormir una siesta.

Me da miedo atosigarlo
así que decido dejarlo tranquilo
me preocupa sin querer reventarlo
y tampoco quiero colgarlo del hilo.

Le permito quedarse recostado
justo donde se ha caído
un día entero ya ha pasado
y allí sigue tendido.

Duerme y baila levemente
mecido por el viento
quién sabe lo que dure el globo
se parece al amor, es un misterio.

*