Así son los peores días:
melancolía como consecuencia hormonal
y la espera en la sala
de espera del dentista
yo, llena de granos
yo, llena de muelas rotas
ellos, a la espera en la sala
de espera del dentista
mirando el noticiero, llenos
de quejas por la inseguridad
yo, quince minutos encerrada en un baño
para sacarme el piercing y hacerme una placa
¿probabilidades de embarazo?
yo no, me toco la teta izquierda
yo, me lavo los dientes con cepillo de viaje
yo, veo la herida sobre el labio
ellos, cuchicheando al otro lado de la puerta
yo, despojada de todo metal
el aro libre, que vuela directo a la cañería
del lavatorio y en vano
mis uñas mal pintadas amagan atraparlo
yo, salgo del baño
sin aros
sin piercing
sin emoción
el dentista
que pasa,
que me reconoce,
que me guiña el ojo
nos sonreímos
me siento a esperar mi turno cual alumna obediente
y me pregunto: ¿sabrá ese hombre que tiene tanta suerte?
no es tan fácil saber dónde ir
cuando uno quiere sonreírle a quien lo espera.
5 comentarios:
hola!!!
hermoso escrito cel!!
besos.
Mauro-
gracias, mauro! tanto tiempo! qué tal?
bien, en silencio, pero siemrpe leyendote! deberoias avisarme de esas lecturas que haces!!! este escrito me encanto!!
Mauro
Ah, Cecilia...me pasé por tu blog de encuentro lector+te pinto el mural+te pincho el disco, y lo que tengo para decirte es que supongo te estás arreglando los dientes, porque vos ya sabés adonde ir...
Beso! Qué salga con felicidad!
Miriam
La parte de arriba del labio superior, desnudo. Debe ser como para un bigotudo, afeitarse.
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