8.5.09

Al fin de la noche

Sí, estoy emocionada, debo admitirlo. Son las 4.57 de la madrugada y estoy tomando una copa de vino mientras "ceno" fideos con salsa de crema, cebolla y zanahorias: una combinación rara, un invento casero. Recién llego del Capítulo 2 del Cronotopo y uf, necesitaba comer algo, beber, bajar un cambio, hacer una reseña, algo, ALGO antes de ir a dormirme para mañana despertarme a destiempo y llegar tarde al trabajo y todo lo demás.

Escribir es lo que más amo en el mundo, leer en vivo me inhibe un poco. Cuestión que cuando leo en vivo, o edito un fanzine, hago una nota, o mando un cuento por correo o hacen algo con un texto mío o lo que sea, y viene alguien y me felicita o me dice cosas lindas, me pongo colorada y me da vergüenza. Sin embargo, hace unas horas la gente se me acercaba para decirme que estaba buenísimo el evento que organizamos con Ju y Maia, y me sentía muy orgullosa. No sé, qué te puedo decir, me pone feliz generar algo y ver cómo le da placer a toda la gente que se acerca.
Alguien me dijo que estaba bueno que el evento sea descontracturado y yo le decía que me gustaba eso, que más allá de decir "traéte algo para leer que llene entre unos 15 y 20'" prefería no poner condiciones para poder disfrutar yo también como espectadora, para sorprenderme , y vaya si lo hice esta noche.

Lo de Felipe Saez fue sublime. Escuchaba a la gente diciendo "este pibe es un genio" o riéndose a carcajadas, o los veía atentos y con un gesto preocupado por la reflexión inevitable y sabía que yo estaba igual, y que lo que el pibe estaba leyendo era increíble, y me ponía contenta haber formado parte de, haber ayudado a que toda esa gente pudiera estar escuchándolo. No vale la pena hablar de lo que leyó porque él mismo dice que la gracia también está en cómo lo lee pero dios mío, fue una performance de una profundidad, sobre todo el texto de la cabeza en remojo, que me colmó de sensaciones y me llevó a hacerle reverencias.

Después vino Marina Kogan, la dosis de mujer que necesitaba para sobrevivir al golpe (golpe sabroso, fui masoquista un rato) de lo anterior. Con una dulzura que no dejó de lado la crueldad, el fin de una relación bilingüe fue descripto de una manera conmovedora y sencilla, llena de imágenes dignas de una película, tal vez protagonizada por Winona Ryder. Vi a una chica aplaudiendo conmovida con entusiasmo, y vi a otra con la mirada perdida y la cabeza hacia el piso pero los oídos atentos, lamentándose por el grado de identificación que sentía, algo de lo que puede enorgullecerse un escritor. Después de eso tuve que escaparme a la terraza a fumar y beber cerveza y reírme un rato y bajar un poco.

A la media hora llegó Leo Oyola, que nos deleitó con un adelanto exclusivo de su próxima novela. Vi gente riéndose y gente llorando. Yo misma lloré y me reí. Y después vino alguien a decirme "este pibe me hizo llorar y me hizo reír" y a preguntarme si la novela esa que había leído ya se podía comprar, y me sentí tan feliz de escuchar todo eso que me salí de mí. El secuestro de Carozo y Narizota, una merienda con galletitas de primera marca como sueño inalcanzable y un grupo de amigos entrañables atraparon la atención, ya de madrugada, de la gente que siguió atenta el relato de este escritor tan talentoso como humilde.

En medio de todo eso, Emilia se movió como pez en el agua y sacó fotos de la velada que podré ver en los próximos días, y Fernando Martínez Ruppel pintó un cuadro que dejó a todos impactados. Empezó antes de las lecturas, y me divirtió que todo el mundo se me acercara a decirme cómo había flasheado viendo el proceso de su obra, lo rápido que había definido sus dibujos y la precisión de cada pincelada.
Además, estuvo la música de Ramiro Baca Paunero, con mucho rock local del bueno (desde Palo Pandolfo hasta El mató, Intoxicados y Dios), el feliz cumpleaños a Julia, la cantidad de amigos (Lu y Die, Xim, Belu, Lore y Matías, Horacio y Macarena, Yann, Marian, Pau, Juan Martín, Lowfi, Hernán y Vicky, Pato, Nacho, Cris, Ronsi, etc.), la buena onda de los chicos de Matienzo y la felicidad de nuevo de hacer, de poder generar algo intenso para dar puntapié a un fin de semana, de correrse del protagonismo para disfrutar de voces admirables.

Antes de irse vino Oyola a despedirse y me agradeció la noche que lo habíamos hecho pasar. ¡Me causó una gracia! Como si fuera a ver a Los Beatles y cada uno de ellos me agradecieran a mí por haber ido: Me saco el sombrero ante la gente que participó; agradezco a la gente que se acercó, y me voy a dormir feliz de estar formando parte de estas cosas, las que valen la pena.

5 comentarios:

natación dijo...

felicitaciones!!!!

Julia dijo...

Me acabo de levantar, desayuno café con chocotorta de cumpleaños y me emociono al leer tu crónica salida de la vaina, porque sé que es así y yo misma lo viví así. Muy agradecida de la noche de anoche. Y claro, me enorgullece formar parte de esta sensibilidad que fusiona un poco de cada una. Retumba Gris atardecer en mi cabeza. Un beso grande!

Julia dijo...

Noc, che, pero me quedo re corta. Lo de los escritores fue fabuloso. Oyola me contaba que hacía más de seis meses que no leía en vivo y que su novela ni siquiera está terminada! Si dios quiere, dijo, la terminaría esta semana para que en septiembre esté el libro en la calle. También me agradeció haber sido invitado y yo le dije no, graciavó. Felipe me sorprendió muchísimo y me la di contra la pared cuando estaba distraida pensando en mi cumpleaños y él vino con todo el rollo de la muerte y claro. Todos vamos a morir. Y Marina, bueno, es de las nuestras, un supergirl sensible capaz de llorar de alegría, con su texto cotidiano y frágil. Tu hermano y mi hermana, grossos en su arte: dos valientes que traspasaron sus propias murallas ("después de todo tú eres tu única muralla, si no te saltas nunca darás un solo paso", se escucha en Spinettalandia y sus amigos).

Eso y nada. A seguir festejando el cumple. Ahora me voy de pic nic a almorzar al sol con mi donjuan. Por suerte no vamos a morir hoy. =))

padre Morning dijo...

Tu relato hace que lamente no haber estado de cuerpo presente.

Tati dijo...

estuvo muy bueno!! dio la sensacion de que el evento solo puede seguir mejorando, y eso es buenisimo, asi que felicitaciones a vos y a los organizadores por el evento!


pd: ah y las empanadas estaban como 10 veces (?) mas ricas que la otra vez, bien ahi!